Recientemente, unos okupas aprovechando, una vez más, el pasotismo de nuestros polìticos, gobernantes y legisladores, y de la inoperancia de nuestra justicia, okuparon, sin saberlo, una casa ubicada en la madrileña y castiza callle de Huertas; en la que en otro tiempo viviera nada menos que uno de nuestros mas insignes genios de las letras españolas : Góngora. Y se dió la circunstancia, poco habitual, de que, tan incultos como desvergonzados e hipócritas okupas fueron desalojados, directa y expeditivamente, por una "escuadra" de antiokupas profesionales utilizando las mismas tácticas okupas: El efecto sorpresa y el desprecio de leyes jueces y policías.Y al parecer funcionó.
Pues todo eso y lo que sucedió a continuaciòn, lo describe y critica Pérez Reverte, con su magistral y acerada pluma en un magnífico e ilustrativo artículo publicado en su web "Patente de corso" titulado "Okupando a Gongora" que, por comentarse por si solo, me limito a recomendar su directa lectura.
Solo añadiría una cosa : ¡CHAPÓ!
Desde luego esta pero que muy bien,eso si lo entienden si todo el mundo que sufre una ocupación parecida hiciera lo mismo se les acababa la tonteria a esos jetas,que son como chinches siempre viviendo a costa de otros,la violencia se combate con la violencia no hay medias tintas.Protestaloquequieras: Zapatero el resentido, sigue con su historia particular, el Valle te queda grande
ResponderEliminarLo verdaderamente indignante de todo esto es que estemos pagando una pastón por servicios, como la seguridad o la justicia, que encima el Estado tiene atribuidas en régimen de monopolio, para que, además, tengamos que defender por cuenta propia, con riesgos añadidos físicos o jurìdicos, nuestras propiedades de vándalos okupas perfectamente identificados o fácilmente identificables . Esto cada vez empieza a parecerse mas al salvaje oeste.
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