miércoles, 27 de enero de 2010

OTRA DE OKUPAS INCENDIARIOS

En este País de "sálvese el que pueda", donde solemos contemplar con cierta indiferencia el mal ajeno, cuando nos sentimos a salvo del mismo o tememos, por el contrario, que pueda alcanzarnos de algún modo, si nos entrometemos para evitarlo, no hemos llegado a esta situación de indignidad y apatía moral, por casualidad; sino mas bien inducidos por el ejemplo de nuestra clase dirigente, más preocupada por mantener el culo en sus poltronas que por velar por el efectivo cumplimiento de las leyes y normas que ellos mismos han aprobado y por defender los derechos que aquellas reconocen a los ciudadanos; quienes, a fin de cuentas les pagan el sueldo, a cuenta de sus impuestos.

Semejante actitud de avestrucismo ante todos aquellos problemas que no nos afectan directamente, no puede conducir mas que al lento suicidio de un país, desangrado por la rapiña y la demagógica inoperancia de buena parte de sus clases dirigentes y por el consiguiente crecimiento de una pléyade de parásitos sociales y delincuentes del más variado pelaje.

El problema de los okupas y la actitud ante el mismo, tanto de la ciudadanía en general como de nuestros gobernantes, en particular, no es sino uno de tantos ejemplos de lo anterior.

Las okupaciones de inmuebles, se están incrementando día a día, de tal manera que están comenzando a incorporarse a la rutina diaria, y apenas suscitan el interés de nadie, salvo que suceda algo excepcional, añadido a la misma okupación, o que, de alguna manera, las consecuencias de aquellas nos alcancen o lleguen a afectarnos personalmente en algún modo o medida.

Sin embargo, para todos aquellos que, aún sin justificarlas, contemplan las okupaciones simplemente como algo que solo les pasa a los otros, hay que advertir, y lo digo, por experiencia propia, que es una situación de la que, como el cáncer o cualquier otra enfermedad, nadie, que tenga un inmueble, está a salvo. Especialmente, si por cualquier razón no habita en el mismo permanentemente.

Pero incluso habitando permanentemente una vivienda, pueden sufrirse también, de manera indirecta, las consecuencias de la plaga okupa. Y ello, sin necesidad de ser etiquetado previamente como “especulador”, como habitualmente hacen los integrantes del movimiento okupa con los propietarios, para blindar moralmente sus acciones ante el posible rechazo social.

Dentro del movimiento okupa, los vecinos del Patio Maravillas ya conocieron, en propia carne, las nefastas consecuencias de convivir con integrantes del movimiento okupa en su vecindad. Y pudieron contarlo.

Quienes han estado a punto de no poder contarlo han sido los vecinos de los okupas del número 39 de la calle del Carmé en el barcelonés barrio del Raval .

En entradas anteriores de este blog hemos alertado del alto riesgo de incendio para los vecinos de las inmediaciones de edificios okupados; a lo que hay que añadir, las escasas, por no decir nulas, posibilidades de los perjudicados por dichos incendios de ser indemnizados por los responsables de los mismos. Pues bien, según las informaciones recogidas en diferentes medios periodísticos, ( 1, 2 ) el pasado día 24 de este mes de enero, se produjo un nuevo incendio en un edificio sito en el número 39 de la calle del Carmé, en el barcelonés barrio del Raval. Aunque las causas directas del inicio del fuego, no han sido hechas públicas, si se sabe que se originó, según fuentes periodísticas, sobre las 18,00 horas en el piso 1º 1ª de dicho edificio.

A pesar de la espectacularidad del fuego, la rápida y eficaz intervención de los bomberos evitó que se produjeran heridos, si bien los habitantes del edificio han tenido que ser desalojados de sus viviendas. Sin embargo el hecho sacó a la luz pública la incontrolada situación de los okupas habitantes del piso, al parecer convertido en piso patera, donde se hacinaban, sin control alguno, gran número de jóvenes inmigrantes magrebíes, cuyas actividades delictivas eran de dominio público para los vecinos, de las proximidades quienes incluso habían sufrido sus consecuencias, desde que hace unos dos años se instalaron ilegalmente en el edificio. La mayoría de dichos jóvenes okupas, según el Diario ABC, habían sido tutelados durante su minoría de edad por las instituciones protectoras de menores, resultando abandonados a su suerte al llegar a la mayoría de edad.

Según el desesperado dueño del inmueble, en el que además habitan un estudiante y una familia, que pagan su alquiler, y que se encuentran hartos de denunciar la situación sin resultado positivo alguno, la okupación dura desde hace unos dos años; siendo la última okupación en agosto de 2009, ( tras dos desalojos anteriores ) cuyo desalojo todavía se encuentra pendiente de resolución judicial.

Todo ello sirvió para que la Concejal de CIU en el Ayuntamiento de Barcelona, Mercé Horns aprovechase para denunciar públicamente la existencia de centenares de denuncias y solicitudes de inspecciones de pisos vacios, o semiabandonados y locales cerrados desde hace años utilizados para actividades ilegales, pisos patera o sobreocupados, o simplemente okupados, que minan la convivencia de numerosas comunidades de vecinos en el distrito de Ciutat Vella.

El Partido Popular, para no ser menos, a través de su l portavoz adjunto Alberto Villarasa, apuntó como medida adoptar un "control desde el padrón de los pisos sobreocupados", denunciando que "los complejos para actuar frente a ciertos colectivos" convierte a los vecinos en perjudicados; al tiempo que proponía la puesta en marcha de un "plan para acabar con los problemas de convivencia, delincuencia y narcotràfico en el barrio".

Mientras tanto las noticias periodísticas dan a entender que nadie ha sido detenido por tales hechos, ni siquiera que se haya iniciado expediente alguno para expulsar a su país a los okupas incendiarios, quienes, para mas cachondeo, es muy probable, que se encuentren en España en situación ilegal. ¿Quién da más?

El buenismo angelical aplicado tanto en política migratoria, como en la de menores, y en la política antiokupas, han demostrado su patente fracaso; A pesar de ello, nuestros políticos en lugar de corregir el rumbo, para adecuarlas a la realidad, siguen erre que erre endosando las consecuencias de las mismas a los ciudadanos, acostumbrados desde tiempo inmemorial a sufrir estoicamente, en silencio la almorrana de la ineficacia política y judicial, en estos tres ámbitos.

¿Que desgracias tendrán que suceder antes de que se pongan las pilas?

NOTA .- Recién finalizado el texto de esta entrada acabo de leer la noticia de un nuevo incendio protagonizado por okupas en un inmueble del Paseo de la Estación de Salamanca, con el resultado de una persona intoxicada por humo, aunque al parecer su estado no reviste gravedad. Ver la noticia AQUI

lunes, 25 de enero de 2010

BUCEANDO EN EL ALUCINANTE MUNDO OKUPA


Siempre pensé que bajo el manto del movimiento okupa se escondía un variopinto rebaño extraído del lumpen sociopolítico, integrado por una variada y abigarrada fauna de caraduras, aprovechados, vividores, vagos, fracasados, porretas, descerebrados, delirantes, ilusos, desorientados, fantasmas y narcisistas (que me perdonen si me he dejado algún otro espécimen en el tintero), y movido por algún que otro “pastor” “protestante”.

Su actitud, su ética y su estética; sus códigos de conducta, sus palabras y sus hechos, me han ido convenciendo día a día de lo acertado de aquella originaria intuición.

En este blog, he comentado, alguna de las piezas maestras de su literatura ( ver 1 y 2 ). En este caso no voy a hacerlo, pues creo que la muestra que hoy incorporo al Blog no necesita comentario alguno, pues se comenta por si sola .

Quienes quieran acercarse a conocer, un poco más el alma okupa y el punto evolutivo a que ha llegado el anarquismo de su mano, no tiene más que verlo aquí. (Solo para mayores de 18 años)

Para estimular su curiosidad, por si todavía no se han animado a pinchar en el enlace mostraré, a modo de tráiler un breve fragmento de su contenido que, como podrán comprobar, no tiene desperdicio :

“Yo soy anarquista. Lo único que me interesa - aparte de jugar con amigos, comer chocolate, caminar por el monte y cosas así – es destruir el estado, el capitalismo, el patriarcado y la supremacía blanca y crear una comunidad realmente comunal y ferozmente antiautoritaria, con enlaces con otras comunidades horizontales que se organizan de otras maneras, según les apetezca a los habitantes”.

¿Verdad que suena muy sugestivo? Pues ya sabe. Si, le gusta jugar con amigos, comer chocolate, caminar por el monte y cosas así, hágase okupa y practique los genuinos principios del anarquismo. Seguramente vivirá en el Paraíso sin necesidad de entrar hacer los sacrificios necesarios para entrar en el reino de los cielos. Si antes no lo corren a gorrazos.

¡Ay! si Bakunin levantara la cabeza…



sábado, 23 de enero de 2010

PARALELISMOS OKUPAS


El debate abierto, ahora, por la negativa inicial del Ayuntamiento de Vic a empadronar a los inmigrantes ilegales, y con ello a abrir a estos la puerta a determinados servicios que dicho trámite les facilita de forma automática, no deja de ser un acto más de hipocresía política, a los que nuestros Padres de la Patria nos tienen muy acostumbrados. Ha tenido que ocurrir sin intervención alguna de la “Ley de Murphy”, lo que estaba cantado, desde hace años, que terminaría ocurriendo, para que nuestros ladinos políticos empiecen a darse por enterados, de que el “Papeles para todos” que en su día nos vendieron, no era más que un disparate de corto recorrido, en cuanto contribuía, y de qué manera, al efecto llamada; al premiar a los más rápidos en poner pié en la nueva “tierra prometida”. Algunos, sin embargo en su carpetovetónico afán de sostenella y no enmendalla, todavía intentan, a fecha de hoy, hacer que miremos para otro lado, ante la inminencia de las cada vez más cercanas elecciones municipales; primeras en que muchos inmigrantes, entonces ilegales y ahora regularizados, tendrán derecho a voto. Claro lo tienen; a estas alturas y con la que está cayendo.

Salvando las distancias, el fenómeno de la inmigraciòn ilegal y sus consecuencias, recuerda mucho a lo que está sucediendo y a lo que probablemente terminará por suceder, de seguir nuestros políticos imitando a “Don Tancredo”, con otra forma de ocupaciòn, no menos preocupante : La okupacipòn de inmuebles.

Aun cuando existen notables diferencias entre una y otra forma de “okupación”, existen sin embargo, también, importantes paralelismos entre la inmigración ilegal y la okupación de inmuebles.

El primer y más ostensible paralelismo, consiste en que en ambos casos la acción implica una infracción de normas legales, consistente en la entrada y permanencia en un lugar ajeno, sin permiso del “dueño”. O lo que es lo mismo, sin cumplir los trámites mediante los cuales la Ley lo autoriza. Nos guste o no, el espacio territorial donde los humanos nos movemos se ha ido configurando a lo largo de los siglos mediante el reconocimiento mutuo de distintos niveles de soberanía o poder de los individuos o grupos sobre el mismo. Muchas matanzas y guerras han tenido como móvil o como causa la falta de respeto de esos niveles de soberanía o poder territoriales. Podremos discutir sobre los conceptos de soberanía y propiedad, pero nunca podremos negarlos en cuanto nos acompañan desde el principio de los tiempos históricos.

Otro paralelismo se observa igualmente, en ambos casos, es la actitud de los políticos, representantes de la soberanía del popular quienes, con su pasividad, vienen permitiendo y facilitando, que ambas situaciones ( inmigración ilegal y okupación de inmuebles ) perduren en el tiempo; A pesar de que suponen un claro incumplimiento de las normas que ellos mismos, en representación del pueblo soberano, aprobaron en su día.

Un nuevo paralelismo, lo constituye, la constatación de que, en ambos casos, el incumplimiento de la Ley ( entrar ilegalmente en España o en un inmueble ajeno ) supone tanto para los inmigrantes ilegales, como para los okupas, una fuente de derechos de los que antes carecían, equiparables a los que la misma ley otorga a quienes cumplen sus requisitos. Derechos que solo se disipan al concluir el procedimiento o proceso necesarios para declarar ilegales sus actos e imponer las consecuencias jurídicas que las normas vigentes establecen para los mismos.

Conectado con lo anterior otrou paralelismo entre ambos casos, lo constituye el hecho de que el transcurso del tiempo entre la acción ilegal y el momento en que la aplicación de la Ley surte todos sus efectos, constituye uno de los principales incentivos o alicientes para el incumplimiento de las normas, contriibuyendo al "efecto llamada". Con el agravante añadido, de que el inmigrante ilegal, ocupante del país, puede a su vez ejercer también de okupante inmobiliario; con lo cual, a sus derechos como inmigrante ilegal, suma sus derechos como okupante. ¿Quién da más?

Otro paralelismo añadido lo constituye la actitud de los "filántropos" defensores de la inmigración ilegal ( Papeles para todos ) y la de los defensores de la causa okupa, quienes mayoritariamente suelen coincidir; y no por casualidad. Quienes defienden tales infracciones de la legalidad vigente, suelen tachar a quienes se oponen a semejantes tomaduras de pelo a la soberanía popular y a su propio bolsillo, bien de racistas o xenófobos, en el primer caso, o bien de especuladores en el segundo. Y no hay que olvidar que, entre esos "filántropos", hay que incluir, en ambos casos, a algunos políticos que cobran su sueldo con cargo al presupuesto público; al que curiosamente no suelen contribuir ni los okupas, ni mucho menos los inmigrantes ilegales.

Finalmente y como último paralelismo, en ambos casos, son los ciudadanos contribuyentes, quienes terminan pagando los servicios de que se benefician los infractores (inmigrantes ilegales y okupas) así como los costes de mantener una casta política cómplice de semejante situación.

De esta manera, muestra clase política, bien enrevesando las leyes, hasta el punto de hacerlas ininteligibles, bien ignorándolas o interpretándolas en contra del sentido común, permiten el mantenimiento y crecimiento exponencial de situaciones aberrantes, tales como la inmigración ilegal y la okupación de inmuebles.

Solo cuando la evolución de tan anormales situaciones les explota socialmente ante sus mismas narices, estos pirómanos en oficio de bomberos, comienzan a repartir manguerazos, para disimular y así poder, posteriormente, apuntarse al reparto de medallas, una vez apagado el fuego.

¿Tan difícil era ver que llegaríamos a donde actualmente estamos, con semejante política inmigratoria de brazos abiertos, ojos cerrados y mentes obtusas?

¿ En qué pensaban nuestros políticos cuando diseñaron una política inmigratoria que premiaba y estimulaba el incumplimiento de las leyes de inmigración ?

Seguramente la verdadera respuesta también guarda paralelo con la misma pregunta referida al campo de la okupaciòn: ¿En que piensan nuestros políticos cuando mantienen, contra viento y marea unas leyes y un funcionamiento de nuestra Justicia que claramente favorecen la okupación de inmuebles?.

En Holanda, cuna del movimiento okupa, ya han visto las consecuencias de dar cancha a los okupas. Nuestros políticos que tanto les gusta mirar hacia Europa, cuando quieren justificar cualquier cambio, bien podrían mirarse en el espejo de Holanda. País, que ya está de vuelta de semejante experiencia, y con el que deberíamos ponernos en paralelo.

miércoles, 20 de enero de 2010

FOMENTO SE TOPA CON LOS OKUPAS



Cada día resulta más evidente la necesidad de acometer una reforma legal que sancione con mayores penas las okupaciones de propiedades inmobiliarias y que agilice los desalojos de los okupas invasores. Pero ante la pasividad de nuestros políticos para encarar el problema y la timidez y falta de medios de nuestros jueces para aplicar eficazmente las leyes en vigor, resulta evidente que la toma de conciencia de nuestra clase política, respecto del problema de la okupaciòn solo se producirá cuando, al igual que ha sucedido con la inmigración ilegal y el discurso populista del “papeles para todos”, este les explote en sus mismas narices. Algo parece que está empezando a suceder; si bien todavía no ha alcanzado el nivel suficiente para que nuestros políticos decidan pasar a la acción y comiencen a poner en su sitio a los okupas.

El problema de la okupaciòn, que lleva camino de convertirse en nuevo deporte nacional, está afectando cada día más, no solo al indefenso ciudadano de a pié, sino también, y de forma cada vez más directa, a las distintas administraciones públicas.

Son bien conocidas las okupaciones de viviendas de protección oficial, que tienen lugar, tanto cuando estas después de terminadas están a la espera del trámite de adjudicación al beneficiario, como, cuando por cualquier otra causa resultan desocupadas por un tiempo. Y ello, con el consiguiente coste para las administraciones; y en consecuencia, para todos los contribuyentes, bien a través de la contratación de servicios de seguridad privados o bien mediante el empleo de los medios necesarios para lograr el desalojo. Todo ello sin contar con los costes de reparación de desperfectos en las viviendas, que normalmente nunca paga el okupa insolvente, o con la injusta privación del derecho del beneficiario adjudicatario, durante el tiempo que dura la okupación.

Pero no solo las viviendas de protección oficial sufren los ataques okupas.También puede ocurrir con cualquier otro edificio que provisionalmente resulte desocupado y cuyo destino final se encuentre pendiente de cualquier decisión administrativa o judicial.

Esto último lo saben bien el Ministro de Fomento y el alcalde del pueblo coruñes de Oleiros, según la noticia que publica el diario digital “laoponioncoruña.es”

Según dicho diario, el Ministerio de Fomento aprobó una actuación de ampliación y mejora de la seguridad vial en la carretera N-IV a su paso por el Municipio de Oleiros, consistente en duplicar el número de carriles y construir varias rotondas.

Con tal motivo procedió a la expropiación de 72 casas, situadas en los bordes de la carretera, cuyo justiprecio fue pagado a sus propietarios procediendo a su desalojo, entre el mes de julio y septiembre de 2009.

Sin embargo el derribo quedó paralizado, debido a que cuatro de las casas estaban protegidas al estar incluidas en el catálogo del Plan General de Ordenación Municipal, por su interés histórico, artístico y arquitectónico.

Para solucionar este escollo legal, el Pleno del Ayuntamiento de Oleiros aprobó inicialmente, en abril de 2009, una modificación puntual del Plan General, para descatalogar las citadas viviendas y eliminar su protección antes de proceder al derribo.
Por su parte, la Consellería de Medio Ambiente, resolvió en julio del mismo año que una de las casas, que tenía protección integral (un grado de protección más elevado) no era necesario que fuera sometida al trámite de evaluación ambiental estratégica. Sin embargo antes de que el Ayuntamiento hubiese resuelto el último trámite de aprobación definitiva, todavía pendiente a día de hoy, que daría vía libre para la ejecución de los derribos, los okupas, que no entienden de complejidades burocracias, entendieron, en cambio, que las casas estaban abandonadas y procedieron, sin más preámbulos ni dilaciones, a instalarse en varias de ellas, haciendo prevalecer su interés particular, sobre el bien común.

Con lo cual, la burocracia, ya de por sí complicada, aún se complicará un poco más. Así el último trámite, previo al necesario derribo de las casas que permita el inicio de los trabajos, ya no será la aprobación definitiva de la descatalogación por el Ayuntamiento de Oleiros, sino el permiso de los okupas instalados en las mismas o, en su defecto la orden judicial de desalojo. Y es que el Ministerio de Fomento se ha topado con el nuevo poder fáctico emergente de los okupas, con el que, de seguir así las cosas, habrá que empezar a contar en el futuro, como un trámite administrativo mas.

martes, 19 de enero de 2010

UNA JUSTICIA "COMPLICE" DE LOS OKUPAS

España, se define en el apartado primero del artículo 1 de la Constitución como, ”Estado Democrático y de Derecho”, considerando la Justicia, entre otros, como uno de sus valores superiores.

En consonancia con lo anterior establece que la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan, al igual que la Justicia, todos los poderes del Estado.

Esto que en plano teórico suena muy bien, no soporta la más mínima confrontación con la realidad.

En primer lugar porque la expresión “el pueblo español”, como depositario de la Soberanía Nacional del que emanan, la Justicia y todos los poderes del Estado, es una pura entelequia. Y por ello tan irreal como amorfa y acéfala. No en vano, tan vago concepto, no aparece definido ni en la Propia Constitución ni en ninguna otra norma.

Además de lo anterior, la función política de ese indefinido “Pueblo Español”, equivale,en el plano teológico, a la del Dios creador que da vida al nuevo mundo político democrático;que a partir de ese momento, crece se desarrolla y evoluciona de forma independiente, en el marco de las “Tablas de la Ley” de esa “Nueva Alianza”, representada por nuestra Constitución. A partir de ahí, una curia política y judicial, a quienes se encomienda el pastoreo del rebaño soberano, interpreta y gestiona con amplios poderes el no menos amplio y ambiguo contenido de esas “tablas de la Ley”, rigiendo la vida y destino del mismo, mediante un revival postmoderno de despotismo ilustrado.

Es precisamente en este punto, donde comienza a manifestarse la divergencia entre los valores y principios constitucionales y las leyes que supuestamente deben hacerlos efectivos; Entre estas y su interpretación. Entre su interpretación y la aplicación al caso concreto. Y finalmente entre esta y la efectiva restauración del Orden Jurídico perturbado por el incumplimiento de las mismas. En suma entre la teoría político-jurídica y la realidad cotidiana.

Podrían contarse por decenas los ejemplos con que podríamos ilustrar la anterior afirmación. Pero dado que este Blog Antiokupas, trata de denunciar la situación de las víctimas de okupaciones ilegales, vamos a centrarnos exclusivamente en este problema.

El artículo 33 de nuestra Constitución reconoce el derecho a la propiedad privada, dentro de su Título I : “De los derechos y deberes fundamentales” .

Con independencia de otras acciones incardinadas dentro del Derecho Civil, el Código Penal establece, en su título XIII ( Delitos contra el Patrimonio y el Orden Socioeconómico” diversos delitos encaminados a proteger aquel derecho de sus ataques más graves. Regulando en su capítulo V como delitos de Usurpación determinados ataques a la propiedad inmobiliaria. Y ya dentro de estos, en su artículo 245.2 conmina con la pena de multa de tres a seis meses al que “ocupare, sin autorización debida, un inmueble, vivienda o edificio ajenos que no constituyan morada, o se mantuviere en ellos contra la voluntad de su titular”. Hecho en que, normalmente, consiste la típica acción okupa.

El principal escollo para el ejercicio efectivo de todo derecho, cuando alguien, ignorándolo o no reconociéndolo, lo ataca o pone en peligro, es el de la carga de la prueba de los hechos constitutivos de ese derecho y de la inexistencia de otros limitativos o impeditivos del mismo. Prueba, la primera, que corresponde al titular del Derecho que pretende hacerlo valer frente a los demás.Tratándose de la imputación de un delito, en este caso contra la propiedad inmobiliaria, además de acreditar la titularidad del Derecho, es preciso que la conducta que lo ataca o pone en peligro, encaje en el tipo delictivo y que esta pueda ser atribuida a una persona o personas, rompiendo la barrera que supone la presunción de inocencia.

Sin embargo, nuestras leyes penales y procesales, conscientes de la duración de todo proceso y del peligro que ello supone para la efectividad del propio proceso y de la propia sentencia, o resolución judicial que pongan fin al mismo, establecen con carácter instrumental ( en cuanto no constituyen un fin en sí mismas, sino que se vinculan a la sentencia que pueda dictarse ) y provisional ( en cuanto que pueden ser modificadas si se alteran los presupuestos que llevaron a su adopción ) la posibilidad de que el juez acuerde a petición de las partes acusadoras alguna medida cautelar ,cuando a su juicio concurra una razonable probabilidad de atribución de un hecho punible a una persona determinada ( Fumus bonis iuris ), así como una situación de riesgo o peligro de que el inculpado se sustraiga al proceso o a la ejecución de la condena ( Periculum in mora ) .

Entre esas medidas cautelares, ante la práctica imposibilidad de la exigencia de una fianza (debido a la normal insolvencia de los okupas), se encuentra la del desalojo cautelarque, aunque no se contempla expresamente en las leyes, resulta posible, en virtud del artículo 13 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en relación con el 544 Bis de dicha Ley y del 57 del Código Penal.

Pues bien tal medida, para que sea verdaderamente eficaz, requiere que sea adoptada con urgencia, cuando concurran los requisitos anteriores.

Sin embargo, en ocasiones, como ocurre en mi caso, llegan a transcurrir más de siete meses hasta que semejante medida urgente se hace efectiva. Resulta increíble que en un país europeo del siglo XXI, el concepto de urgencia que implica una medida cautelar pueda extenderse en el tiempo hasta siete meses, sin que a nadie de todos aquellos con algún tipo de responsabilidades en el buen funcionamiento de la Justicia se le caiga la cara de vergüenza. Y lo peor de todo es que este hecho, ni es nuevo ni es único. Por el contrario, se repite en el tiempo y el espacio, constituyendo una pauta bastante generalizada de la actuación de nuestra Justicia.

Tanto es así, que constituye la clave para que las ocupaciones ilegales de inmuebles, lejos de disminuir, crezcan y se multipliquen a pesar de la segura identificación de sus autores, a quienes la ley penal no intimida en absoluto. Es precisamente esta generalizada dilación en el tiempo, unida a unas ridículas sanciones penales por tales hechos, lo que contribuye a hacer rentable y atractiva para los okupas su actividad delictiva, hasta convertirse para algunos en un “modo de vida alternativo” (Ex ministra Trujillo dixit).

Resulta evidente que, a pesar de su generalidad, no basta con dictar leyes, para que sean reconocidos por todos, automáticamente los derechos y obligaciones que aquellas establecen. Es preciso que además, que se arbitren medidas y medios eficaces para procurar su cumplimiento y respeto. Y cuando esto no sucede, que se impongan sanciones disuasorias contra su incumplimiento y medidas eficaces para la reparación de los daños y perjuicios ocasionados por tal motivo y para la plena restauración orden jurídico perturbado.

De nada sirve que nuestra Constitución afirme en su artículo 1.2 que la “soberanía nacional reside en el pueblo español”, si las normas emanadas de ese supuesto pueblo soberano para acceder al territorio donde supuestamente ejerce dicha soberanía, son ignoradas por extranjeros que acceden al mismo y se pasean por él, no solo ignorando y burlando dichas normas, sino obteniendo por ello beneficios a cargo de ese “Pueblo” que se dice soberano.

De nada sirve que la Constitución en su artículo 3.1 reconozca el castellano como lengua oficial del Estado y el deber de todos los españoles de conocerla y su derecho a usarla, si después se establecen islas territoriales donde tan contundente enunciado es ignorado y relegado, por la vía de hecho, al nivel de retórica declaración sin vigencia efectiva.

De igual modo, de poco sirve que el artículo 33 de la Constitución reconozca el Derecho de propiedad, si para hacerlo valer ante un ataque delictivo tan claro como lo es una usurpación en la mayoría de los casos, necesita siete meses para lograr una medida cautelar de desalojo, a pesar de cumplirse desde un principio todos los requisitos para ello.

Y es que en el caso de las okupaciones, la razón de su creciente éxito, no hay que buscarla solamente en la ridiculez de las penas que nuestras leyes penales establecen para el caso, y nuestros jueces aplican tímidamente; ni en la segura insolvencia de los okupas que les exime de correr con los gastos del proceso y los que implicarían el resarcimiento de las responsabilidades civiles; sino precisamente en el retardo de la Administración de Justicia en dar respuesta adecuada a semejantes agresiones a la propiedad. ¿Acaso alguien cree que si los juicios penales por delitos de usurpación o, en su caso, las medidas cautelares de desalojo, se sustanciasen o adoptasen en menos de un mes , estaríamos asistiendo a este crescendo de okupaciones al que asistimos diariamente?.

Y lo más grave es que en la mayoría de los casos, las okupaciones resultan tan manifiestamente descaradas y carentes de fundamento, que bastaría con citar a las partes ( propietario/denunciante, Fiscal y Okupa/s ) a una comparecencia ante el juez, para poder acordar, bien cautelarmente o directamente, mediante sentencia “ in voce” , el inmediato desalojo; dilatando en el tiempo, solo aquellos casos en que a primera vista los hechos resulten dudosos o complejos, y necesiten, por ello una instrucción más amplia y minuciosa.

Sin embargo, en cualquier caso, la medida cautelar de desalojo, cuando se concede, se dilata normalmente varios meses y la sentencia varios años. Y esa es la principal causa, junto a la levedad de las penas y la insolvencia de los okupas, que permite y favorece la okupación.

¡Qué diferencia con la Justicia francesa ! que en poco más de dos meses ha acordado ha acordado el desalojo de los desvergonzados okupas del palacio de la Place des Vosgues de Paris, bautizado como “La Marquesa”, conminándoles con una multa coercitiva de 25.000 euros por cada mes de retraso, además de la multa de 10.000 Euros impuesta por la okupación.

Resulta increíble la conjunción de tantas personas e instituciones cobrando del erario público, para mantener una Justicia con semejante grado de ineficacia. Así desde el Rey, en cuyo nombre se administra la Justicia, pasando por el Gobierno, máximo director de la Política nacional, dotado de iniciativa legislativa; Las cortes generales, como representantes del Pueblo Español y titulares de la Potestad legislativa; el Consejo General del Poder Judicial, como órgano de gobierno de dicho poder; el Ministro de Justicia y las Consejerías de Justicia de las CCAAs, con competencias en cuanto a organización y dotación de medios a los integrantes de dicho poder; los jueces y magistrados que lo integran y la cohorte de funcionarios a su servicio; los miembros de los Cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, con la función protectora de los Derechos y libertades de los ciudadanos; e incluso el defensor del Pueblo, como alto comisionado de las Cortes Generales para la defensa de los Derechos Fundamentales ( entre los que se incluye el de Propiedad ) . Todos ellos colaboran en su correspondiente medida a mantener y hacer perdurar en el tiempo, una Justicia injusta, que favorece más que disuade, las okupaciones ilegales, haciendo crecer, con su efecto llamada, la población de esos “sin papeles” inmobiliarios que han dado en llamarse okupas.

miércoles, 13 de enero de 2010

VUELTA A CASA DESPUES DE NAVIDAD

Pasadas las fiestas navideñas, que por diversas razones me han mantenido alejado de mi vivienda habitual y muy ocupado en otras tareas, he comprobado al regreso que no había sido invadida por okupas. Todo un detalle, por su parte.

Menor suerte ha tenido un Registrador de la Propiedad Malagueño, quien a la vuelta de unos días de vacaciones, se encontró con un anejo de su casa okupado por una pareja de inmigrantes argentinos, quienes tras la consiguiente patada en la puerta se habían introducido en la misma y cambiado la cerradura, impidiendo el acceso a su legítimo propietario. No obstante, en este caso, parece que, debido al escaso tiempo transcurrido, la Policía entendió que se trataba, no de una usurpación sino de un allanamiento de morada, y procedió, en consecuencia, a la detención de los autores y a entregar la posesión de la vivienda a sus legítimos propietarios. Nuevo final feliz.

Otro motivo de navideña felicidad se ha producido también, finalmente, para los vecinos del tan celebrado “Patio Maravillas” , tras casi tres años de soportar ruidos, suciedad, botellones, amenazas y otras molestias varias .

Con el ansiado desalojo, llevado a cabo en la víspera del día de Reyes, tendrán, por fin, un verdadero y auténtico FELIZ AÑO NUEVO, que espero puedan disfrutar en PAZ, escuchando EL SONIDO DEL SILENCIO que han dejado, tras su expulsión de su “Maravilloso Paraíso” , la panda de okupas “autogestores” del Patio Maravillas. Sin embargo, esta panda de parásitos sociales, con pretensiones pseudo artísticas , Pseudosolidarias y de lobby político vanguardista, lejos de disolverse, no han hecho otra cosa que trasladase con su “música” su ruido y su mugre a otra parte. Y con la misma naturalidad con que actúan los delincuentes reincidentes, han vuelto a okupar, acto seguido otro edificio ajeno, sqabiendo que el inane sistema contra el que despotrican les permite volver a empezar su juego del gato y el ratón como si fuera la primera vez .

Tan naturales, resultan estas okupaciones , que hechos semejantes vienen sucediendo en nuestro país, con creciente frecuencia, desde tiempo casi inmemorial, con el beneplácito de nuestra clase política que no ha dado un solo paso efectivo para ponerles coto. Es más, algunos, olvidando quien les paga su sueldo, en lugar de condenar semejante atentado contra un Derecho constitucionalmente reconocido, incluso se dedican a apoyar la nueva okupación de estos expropiadores a tiempo parcial del “Patio Maravillas” y hacer de muñidores de su causa . Tal vez esperando algún tipo de rentabilidad política futura; bien en forma de desgaste del adversario, bien en forma de recíproca y cómplice alianza contra natura, sellada bajo el conocido lema romano “Do ut des” . Que traducido al “Roman Paladino”, no es otra cosa que el conocido y popular “Hoy por ti mañana por mi“.

Todo ello indica que, a pesar de los buenos deseos navideños, y una vez liberados del empalago de los mantecados y polvorones, comprobamos que, como en la vieja canción de Julio Iglesias, La vida de los okupas, a pesar de la crisis, también sigue igual : Es decir, haciendo honor a su vieja cantinela, “ Un desalojo otra okupación” .

¿ Por que se sigue permitiendo este ridículo y burlesco juego inmobiliario de la oca ?

¿ Que clase de complicidad tienen nuestros políticos con los okupas, para permitir que esta situación se repita impunemente una y otra vez ?