Desde que convocadas las elecciones Municipales del 15 de mayo, viese la luz el llamado Movimiento "Democracia Real Ya", luego mutado en "15M" y finalmente metatastasizado en múltiples e indiferenciadas "células" socialmente cancerígenas, los okupas y las okupaciones, cual cancer galopante sin tratamiento, no han dejado de crecer exponencialmente; y ello sin que los "doctores" se decidan a aplicar de una vez cirugía radical, jarabe de palo o, tan siquiera, paños calientes.
Así los propietarios paganos de la juerga okupa , son convertidos por los "gerentes monopolizadores de la "medicina oficial" en los auténticos desahuciados del sistema, siendo obligados bien a esperar su turno en la larga lista de espera judicial, mientras el "cancer" vadálico y okupa avanza a toda velocidad , para finalmente terminar recibiendo como única terapia, poco menos que cuidados paliativos o teniendo que acudir a la denostada "medicina alternativa", pagada, además, de su propio bolsillo. ¿ Y para esto necesitamos pagar a un todo un ejército de políticos, jueces y policías ?
Los okupas, como el cancer social que son, presentan numerosas similitudes con la forma en que este actúa y se desenvuelve en el organismo humano. Ambos juegan con el factor sorpresa. Y ambos se benefician, igualmente , en su crecimiento y desarrollo de la falta de "tratamientos" efectivos para erradicarlos o controlarlos y de la exasperante lentitud con que estos se aplican en la mayoría de los casos. Tratamientos sobre cuya escasa efectividad , existe una fundada sospecha de que depende de intereses políticos ajenos a los de los "pacientes" actuales o potenciales, a quienes aquellos deberían servir. Es decir, los ciudadanos propietarios . Y como última similitud, en ambos casos, suele producirse una una recaída en el momento en que se baja la guardia o las defensas.
Los laboratorios farmacéuticos, al igual que algunos partidos políticos, convertidos en laboratorios sociales, parecen mas interesados en desarrollar "remedios" parciales que contribuyan a la cronificación del "cancer" antes que a su curaciòn , no promueven "vacunas", "medicinas" o "ténicas" efectivas para erradicar el mal, libre de graves efectos secundarios, Y tampoco los "gerentes" del sistema, que se encuentran bajo sospecha de actuar en connivencia con aquellos, facilitan a los doctores ( jueces y policìas ) los medios técnicos, legales , materiales y humanos par tratar el mal de forma eficiente y eficaz.
Y asi vemos, como unas leyes aberrantes y obsoletas que, so pretexto de proteger el derecho constitucional a la inviolabilidad del domicilio hasta extremos ridículos, remiten sistemáticamente, en su aplicaciòn, a las siempre lentas decisiones judiciales unas actuaciones que, con unos protocolos claros de actuación podrían encomendarse perfectamente a la propia policía y realizarse con urgencia, con el correspondiente control judicial a posteriori; evitando así meter en el mismo saco y aplicar el mismo tratamiento a okupaciones mas o menos dudosas. junto a otras realizadas por auténticas bandas organizadas y cuasi profesionalizadas; okupaciones, muchas de ellas, incluso anunciadas provocadoramente a bombo y platillo, tanto antes como después de producirse, y que no tienen otro objetivo que la agitación política y social, en beneficio de los intereses políticos de determinados partidos o grupos de la llamada izquierda política .
Contando con semejantes leyes y con las tíbias sanciones que establecen, hechas a medida de los okupas; con la sacrosanta lentitud judicial, y con las instrucciones políticas dadas a la policía de no actuar, sin orden judicial, vemos día a día como se extienden las okupaciones, e incluso como se anuncia públicamente todo un programa para llevarlas a cabo de forma masiva, sin que hasta ahora nadie mueva un solo dedo para poner fin a esta escalada tan anunciada como previsible.
Después del desalojo judicialmente ordenado del okupado Hotel Madrid, producido tras la posterior okupaciòn e incendio del Teatro Albeniz, contiguo y comunicado con el mismo, hemos visto, como tantas otras veces, incluida la propia okupaciòn de dicho hotel, la típica táctica okupa de manifestarse ilegalmente para protestar por el desalojo, y proceder durante o al final de la manifestación a la okupaciòn de otro edificio, previamente elegido, sin que la policía disuelva o identifique a los organizadores y ejecutores tanto de la manifestaciòn como de la okupación .
En esta ocasiòn, y en el colmo de los colmos, los okupas, han ido a meterse, nada menos, que en un edificio de tres plantas, sito en la calle Tribulete, en el corazón del castizo barrio madrileño de Lavapies, propiedad de cinco currantes de a pié que lo estaban reformando para vivir en el mismo. Y a pesar de reconocer su error, en cuanto resultó que el el edificio okupado ni estaba abandonado ni resultó pertenecer a ningúno de los por ellos catalogados como "especuladores", han chantajeado a uno de los cinco propietarios para que convenciese a los otros cuatro de que no interpusiesen denuncia, a cambio de permanecer solo un més okupando el edificio, y evitar así los seis meses, como mínimo, que tardaría el juzgado en desalojarlos si se interpusiese la denuncia. Y mientras tanto uno de los okupantes a la intenciòn de "ocupar 30 casas en los proximos 30 días para demostrarle al gobierno que hay moradas vacías con las que resolver el problema de la vivienda.¿ Cabe mas desfachatez por parte de estos totalitarios que se dicen defensores de los oprimidos y de la justicia social y actuan al mismo tiempo como legisladores, jueces y ejecutores ?.
Menos mal que la conciencia ciudadana empieza a despertarse y que la policía está tan harta de esta panda de delincuentes que se cobijan bajo el paraguas político, que gracias a esa colaboración ciudadana, en el día de ayer han podido abortarse dos okupaciones, ocurridas en las madrileñas calles de Galileo, en el barrio de Chamberí y Cuclillo en el de Carabanchel ; okupaciones que acababan de realizarse y aún no se habían consolidado. Identificados sus autores, pudo comprobarse, que entre ellos se encontraban, vulgares delincuentes con previos antecedentes policiales y reincidentes ya identificados tambièn en la okupaciòn del desalojado Hotel Madrid . A pesar de lo cual, por mor de nuestras tolerantes leyes penales y procesales han quedado libres para volverlo a intentar nuevamente sin mayores problemas. Y no solo eso, sino que la pena que como máximo podrá serles impuesta no excederá de una ridícula multa, que probablemente no pagarán, alegando su condiciòn de insolventes; en cuyo caso será sustituida por una no menos ridícula condena efectiva y para nada disuasoria de algunos días de prisiòn. Todo ello, en el supuesto de que sean localizados cuando sean llamados a juicio o a cualquier otro trámite procesal previo al mismo, y siempre que, en virtud de no ser hallados el procedimiento se paralice por tiempo suficiente para declarar prescritas las infracciones que en su caso se les imputen. Y por supuesto el coste de todo este despliegue de ineficacia será pasado con cargo a los presupuestos generales en lugar de cargarlos a la cuenta de los okupas o de quienes los jalean y apoyan. Muchos de los cuales tambièn cobran, por cierto, del Presupuesto General.
La policía a través de sus representantes sindicales, lleva tiempo exigiendo, sin éxito a los políticos que los dirigen, normas claras y mano dura contra esta panda de okupas consentidos a los que se ha dado barra libre para mover los "arboles" callejeros a fin de que otros recojan los frutos caidos. Esto ya lo hemos visto muchas veces. Lo vimos con el PNV y ETA, y lo vimos con los titiriteros del "nunca mais", del "papeles para todos" o del "no a la guerra". El nuevo Slogan de estos nuevos "Sans Culottes" de pacotilla de "casa para todos gratis ya, y si no me la tomo por mi cuenta, que sale gratis" , aunque no es nuevo está comenzando a adquirir perfiles de epidemia. Y esto si que resulta preocupantemente novedoso.
Esperemos que cuando el actual okupa de la Moncloa sea finalmente desalojado del palacio, el nuevo inquilino haga buen uso de la vara de mando y tenga muy presente, para evitar que se cumpla uno de los lemas preferidos por los okupas que dice : " Un desalojo otra okupación" .
Suerte y al toro, que menuda faena le espera .