OKUPACION, CUESTIÓN DE IMAGINACIÓN

Con la actual legislación contra la okupación y la indolente actitud judicial ante la misma, los okupas cada día proliferan mas y sus acciones no solo aumentan en cantidad sino también en calidad, ampliando su campo de actuación a nuevos ámbitos, para responder a nuevas situaciones , necesidades o fines de los delincuentes. 

Hace unos meses, hablando con un amigo que posee en propiedad varias plazas en un gran garaje comunitario, este me comentaba preocupado que, a medida que dichas plazas de aparcamiento se iban quedando vacías por falta de interesados en su alquiler, ha notado como estas iban siendo okupadas, con frecuencia creciente, por "okupas" espontáneos, que aprovechaban el hueco para aparcar, ocasionalmente, en sus plazas, o en cualquier otra que estuviese libre.   

Me decía que no sabía que hacer para evitarlo, puesto que no deseaba convertirse en delincuente ocasionando daños a los vehículos que ocupaban sus plazas , como forma disuasoria o de castigo al okupa propietario de los aquellos; y por otra parte no siempre eran los mismos, ni lo hacían de forma permanente sino esporádica. Por esta razón, denunciar los hechos resultaba mas engorroso y antieconómico que efectivo; siendo incluso disuadido de denunciar , por la propia policía, que por otra parte tampoco le aportaba una solución al problema.

Pero esto que parecía un problema aislado, parece que está comenzando a convertirse en una mas de esas abundantes almorranas, que cada día con mas frecuencia venimos sufriendo en silencio los ciudadanos, sin que nuestros políticos-doctores se pongan manos a la obra para proporcionar remedios eficaces para su tratamiento.

Así parece a  tenor de la noticia que recientemente publicaba el diario digital "noticias de Alava.com", que da a entender que, ante los problemas legales  y judiciales  para la efectividad de las denuncias de tales okupaciones, dicha táctica de okupación de plazas de garaje ajenas y vacías, pudiera estar siendo utilizada por propietarios de vehículos embargados por deudas ocasionadas por multas u otras razones, para evitar la localización en la calle de los mismos y su retirada por la Grua  los depósitos municipales o judiciales.

 Y es que una vez que la okupación de inmuebles , como método impune de disfrutar de lo ajeno a coste cero o muy por debajo de su debido precio, se ha instalado  en la sociedad, la imaginación popular, de la que en este país andamos mas que sobrados, hace el resto para encontrar nuevas formas de vampirizar la propiedad ajena; emulando con ello, aunque a pequeña escala, a  nuestra clase política, que ya sea al amparo de la legalidad vigente o al margen de la misma, se encarga de esquilmar nuestros ahorros, sin ofrecer soluciones a los problemas.