COLAU CUMPLE.....CON LOS OKUPAS

La actual alcaldesa de Barcelona, antes superokupawoman, Ada Colau prometió, en abril del pasado año, en plena campaña electoral a las elecciones municipales que no desalojaría a los «okupas» de inmuebles de titularidad municipal vacíos, «a menos que haya un problema de seguridad».

Una vez ocupado el sillon de la alcaldía, le ha faltado tiempo para cumplir su promesa; y así, ya ha comenzado a elaborar un reglamento que prevé ofrecer un alquiler a las personas que hayan okupado ilegalmente una vivienda municipal y lleven en ella al menos unos meses; premiando así una acción que nuestro Código Penal castiga al tipificarla como delito de usurpación, e incitando con ello  a cometerlo y estableciendo una competiciòn para ver quien es el primero en okupar.

Y como  podía esperarse de una alcaldesa "actriz televisiva" , peliculera y amante de la acciòn directa, como Colau, parece haber decidido pasar de las musas al teatro, en horas veinticuatro, y antes de que se haya aprobado el citado Reglamento ya está permitiendo las okupaciones de edificios municipales, por  los primeros desgarramantas y colegas de correrías, que se decidan a llevarlas a cabo, sin tan siquiera hacer un mísero referendum de esos que tanto le gustan, entre quienes los pagan con sus impuestos, para conocer su opiniòn.   

Y según las últimas noticias, aparte de los ya existentes, al llegar a la alcaldía, parece que, de momento, son ya cinco mas, los edificios municipales okupados, con el "visto bueno", de la alcaldesa quien, fiel a sus promesas e ideas, parece no ha  movido un dedo para evitarlo ni para promover el desalojo. Y por si fuera poco, imitando a su colega Carmena  emplea el presupuesto municipal para pagar la luz a los okupas de un edificio municipal previsto, en su día, para residencia de ancianos. Caminando con tal conducta por el filo de la sinuosa línea que separa el esperpento de la prevaricaciòn y la cooperación con el delito.

Recientemente al Académico Felix de Azua, le ha caído la del pulpo por decir que "Colau debería estar sirviendo en un puesto de pescado" . Sin embargo, conociendo estas y otras actuaciones de la antes antisistema y  escrachadora ( 1 , 2 , 3  ) y ahora "ínclita" alcaldesa, no parece tan desacertada semejante afirmaciòn; pues al menos, en tal caso, nadie estaría obligado a comprarle ni a pagarle la mercancía caducada, que nos vende esta demagoga con vara de mando.  

Puede ser cierto que, como dicen algunos, el pueblo es sabio y nunca se equivoca. Pero no es menos cierto que no es la opción mas razonable poner a la zorra al cuidado del gallinero o a una okupa a cuidar de tus propiedades. Y esto último es que ha ocurrido en el Ayuntamiento de Barcelona. El resto es simplemente consecuencia lógica de semejante despropósito.