Aún con todos los matices que quieran añadírsele, que no son pocos, la crisis política desatada en España como consecuencia de la huelga de hambre de Aminetu Haidar, premio al coraje civil 2009, tras serle negada su entrada en Marruecos, retirado su pasaporte, expulsada ilegalmente y acogida irregularmente por España, no es mas que una consecuencia extrema e inesperada de la política errática, cuando no avestrucista , tanto de nuestros Gobiernos, como de la propia Comunidad Internacional, ante el que podríamos calificar como todopoderoso “okupa” marroquí .
Aún salvando las distancias, las similitudes de las actuaciónes , actitudes y estrategia de Marruecos respecto al Sahara occidental con las actuaciones típicas del movimiento okupa, son numerosas, si tenemos en cuenta que la situaciòn actual parte, en primer lugar, de un acto de “okupación” iniciado en 1975, con la llamada “Marcha Verde” aprovechando la “ausencia” o vacio de poder y la consiguiente situación de incertidumbre e interinidad producida por la agonía del “ antiguo propietario” , Fancisco Franco y el visto bueno del "gendarme" de la zona :Los Estados Unidos de Norteamerica .
El paralelismo es oportuno si se tiene encuenta que muchas okupaciones de inmuebles se producen precisamente tras el fallecimientos del propietario y los posteriores trámites hereditarios, que pueden dar lugar, en caso de desavenencias entre los herederos a complejos y lentos procesos, durante los cuales la propiedad inmobiliaria aparece vacía y descuidada, y por ello, víctima propiciatoria de acciones propias de la rapiña okupa.
En segundo lugar, el acto de okupación del Sahara Occidental es mantenido en el tiempo, mediante el conocido recurso okupa de apelar al Derecho ( En este caso Internacional ) en el que no creen, aprovechando los múltiples recovecos y triquiñuelas jurídicos y el hecho de que el Derecho Internacional y su aplicación sea un Derecho, tan repleto de buenas intenciones como de grandes intereses . Todo lo cual deja escaso espacio para la Justicia.
A todo ello hay que añadir el notable arte de marear la perdiz, cuando las decisiones de la Justicia les son desvarobales, para no cumplirlas ; para todo lo cual los gobernantes del reino de Marruecos, como los integrantes del movimiento okupa, están especialmemte dotados .
Un tercer elemento de analogía, que contribuye a mantener y hacer rentable la okupación del Sahara Occidental, como tambien sucede con cualquier otra okupación, lo constituye la actuación de la que podríamos llamar “Justicia Internacional” o su equivalente político ( ONU ) insoportablemente lenta en adoptar resoluciones justas, e inoperante para ejecutarlas eficazmente y proceder al desalojo de los okupas. Basta echar un vistazo a las Resoluciones de la Asamblea de las Naciones Unidas y del Consejo de Seguridad de la ONU, sobre esta cuestión, para comprobar el sistemático incumplimiento de las mismas por el Reino de Marruecos, durante mas de 30 años, apelando a inmumerables subterfugios, sin consecuencia ni coste alguno.
Un último elemento de semejanza entre las okupaciones de inmuebles y la producida en el Sahara Occidental lo constituye una Sociedad ( Internacional ) indiferente ante semejante situación y una opinión pública generalmente desconcertada e incluso dividida que solo se moviliza e indigna ante acciones o situaciones puntuales y en la medida en que le afectan por verse directamente involucrada .
El resultado de todo este estado de cosas viene a ser el mismo, ya se trate de okupaciones de inmuebles o de okupaciones político territoriales : Una situación de injusticia que premia al delincuente y castiga a la víctima, sentando las bases de una espiral de nuevas injusticias que terminan por salpicar a finalmente quienes, desde la barrera, contemplan el fenómeno como simples espectadores .
La injusticia que la okupación por Marruecos del Sahara Occidental y su consolidaciòn por la vía de los hechos consumados durante 34 años , contando el silencio y pasividad cómplice de la Comunidad Internacional, incluido nuestro País, me recuerda demasiado la situación que, en un plano personal, sufren las víctimas de actos de okupación, quienes tienen que hacer frente en solitario a semejante injusticia .
Solo le faltaba a este Gobierno, que los propietarios okupados en espera de juicio que les devuelva sus propiedades, siguiendo el ejemplo de Aminatu, se declarasen en huelga de hambre. Así que Señores del Gobierno : tomen nota y hagan algo, ya, para acaber con la injusticia de las okupaciones gratuitas.
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