En la capital de España y en su castizo barrio de Carabanchel podemos comprobar como la okupaciòn turistika internacional va tomando carta de naturaleza, extendiéndose con la misma clase de control efectivo con que, en su día, se extendiò la inmigraciòn ilegal. Es decir : practicamente ninguno
No hay mas que contemplar los vídeos que pueden verse en estos enlaces ( 1 , 2 ) para comprobar lo agusto que se encuentran entre nosotros estos supuestos trabajadores, ahora reconvertidos en "turistas" , y el prometedor futuro que nos espera a propietarios y vecinos, con la legislaciòn y sistema judicial que tenemos.
La okupación turística ya no es un fenómeno exclusivo o típico, unicamente, de las grandes ciudades. Abonado por la desidia mostrada hasta ahora por nuestros políticos, quienes de momento siguen mirando para otro lado ante este problema, y por la ineficacia de nuestro sistema judicial, que actua con exasperantemente lentitud, abrumado por una creciente delincuencia y una burocracia procesal impropia de un país europeo del siglo XXI, que la incapacita para cumplir debidamente su función, el fenómeno de la okupación se extiende por todo el territorio nacional, afectando ya incluso a pueblos turísticos por excelencia, modificando su tradicional imagen y amenzando con poner en peligro el futuro turístico de los mismos . Y lo que es aún mas grave, el asunto no se limita ya únicamente a los okupas nacionales, sino que, en el colmo de los colmos, se extiende por contagio a los foráneos, que ante semejante inoperancia política y judicial, se sienten en los inmuebles okupados, como en su propia casa; y nunca mejor dicho.
Esto es lo que está empezando a sucecer en el conocido enclave turistico de Benidorm, en la provincia de Alicante, donde autoridades políticas y judiciales parecen estar fomentando, cn su pasividad, una nueva modalidad "turístika", hasta ahora inexplotada : El turismo okupa.
Al menos esto es lo que sugiere la noticia publicada en "el diario informaciòn.com " en la que se informa que, un grupo de individuos, al parecer de nacionalidad rumana, que llevan un tiempo okupando un bloque de viviendas en la calle Lepanto de dicha localidad alicantina, se han hecho fuertes en el mismo convirtiéndolo en su particular "Patio de Monipodio", y ocasionando con ello, serios perjuicios a los vecinos y establecimientos de hostelería de la zona que ven como el ambiente en su zona se deteriora mientras, las autoridades parecen llamarse Andana.
El problema, como casi siempre en estos casos, está pendiente de una esperada resolución judicial que acuerde el desalojo del edificio, que inexplicablemente se eterniza en el tiempo. La Policía, mientras tanto, espera para actuar, la correspondiente Orden judicial de desalojo, que no llega; y para agilizarla el Ayuntamiento dice estar elaborando informes sanitarios y policiales para su remisión al Juzgado competente. Y después de semejante despliegue de ineficacia ¿ Quien va a pagar al propietario los del edificio los alquileres de los turistas y daños y perjuicios que a buen seguro ocasionarán ? y ¿ quien va a pagar los gastos judiciales, los informes municipales y todo el operativo del desalojo policial que en su día lo lleve a efecto ? Y ¿ quien pagará a los hosteleros el deterioro de la imagen turística de la zona y de la ciudad ? Pues, comoo casi siempre, mucho me temo que esos gastos, contribuirán a incrementar la deuda del Ayuntamiento de Benidorm, así como de este lelo País que tan generosamente los acoge.
Y a propósito, ahora que estamos de reformas, ¿ Cuando veremos la reforma legal que impida de una vez la proliferación de este tipo de situaciones tercermundistas ?
Abundando en lo ya dicho, y según publica el dário "Las Provincias", también en el cercano ayuntamiento valenciano de Gandía, se están produciendo okupaciones de viviendas turísticas, aprovechando que muchas de estas se encuentran vacías, que no abandonadas, durante los meses de invierno, Sin embargo, según parece, allí el alcade, primero del Partido Popular, desde las primeras elecciones democráticas, parece decidido a declarar la guerra a este turismo okupa, con los escasos medios legales de que dispone para ello, como puede verse en la noticia.
Algo es algo. Ahora solo falta que su colega de partido, recien estrenado en el Ministerio de Justicia, arbitre las reformas legales necesarias, para que jueces y cuerpos de seguridad puedan actuar con rapidez y eficacia para evitar esta cancrígena proliferación de okupaciones y ataques indiscriminados a la propiedad privada inmobiliaria.
Hola, le dejo un enlace a una noticia que quiza le pueda interesar: http://www.diariojaen.es/index.php/menujaen/25-notlocales/49298-una-okupa-de-el-valle-pide-ayuda-para-poder-vivir-como-las-personas
ResponderEliminarHola Carlos. Este blog se titula Antiokupas, porque estoy en contra de toda okupación, incluso de esta que a que se refiere la noticia del enlace que has añadido a tu comentario. Otra cosa es que el Estado no de solución, como probablemente debería hacer, a situaciones de desamparo como las que describe la noticia del enlace, que en ningún caso deberían correr a cuenta de los propietarios de inmuebles, quienes pagan impuestos, entre otras cosas para que les el Estado les proteja de ataques a las mismas. Por ello la crítica de este blog, no solo va dirigida contra los okupas en general, en toda su variada gama, sino también hacia los poderes públicos que no hacen nada o mas bien poco, para impedir estas situaciones, incluida la que se describe en la noticia de tu enlace. De las okupaciones se beneficia tanto el okupa como el Estado que se ahorra el problema de alojar a los okupas, a costa de los propietarios, quienes además de pagar impuestos por su propiedad, han de soportar la privación de la misma durante el tiempo de la okupación y correr con todos los gastos que genere tanto la estancia como el desalojo.
ResponderEliminarUn saludo