OKUPAS SIN PIEDAD

Lo he dicho muchas veces y lo dirè muchas más. La escalada de okupaciones de inmuebles que se están produciendo en nuestro país tiene lugar, principalmente, porque ni legisladores ni jueces se preocupan por este fenòmeno, que parece no importar a nadie mas que a quien lo sufre.

Y ello está dando lugar, no simplemente a okupaciones "por necesidad" como pretenden vendernos los defensores y promotores de las mismas, desde la izquierda mas o menos radical, sino  verdaderas aberraciones, no solo jurìdicas sino también morales, como sucede con la noticia que acaba de publicar el diario "Libre Mercado" , recogiéndola de este vídeo de Telecinco.

Según cuenta la noticia, esta abracadabrante historia comienza el día en que un tal Mohamed, al parecer sin oficio ni beneficio y por supuesto sin un techo bajo el que cobijarse, conoce, Juana,  una indefensa mujeer de 70 años en un comedor social de Jerez. Esta apiadándose del mismo y esperando que le sirviese de compañia, lo acoge en su casa, ofreciéndole gratuitamente una habitaciòn.

Al final, y abusando de la indefensiòn de la anciana, el tal Mohamed ha terminado por adueñarse de la vivienda,  aprovechando una ausencia temporal de la anciana, con motivo de su recuperación tras un largo peregrinaje por hospitales y residencias, tras una caida que le produjo una fractura de clavícula, dejando en la calle a la anciana.

A uno, y seguramente también a Juana, le gustaría ver al  otrora fogoso "Kichi" o a esa jauría vociferante de  protectores de desahuciados de todo pelaje de su misma órbita política ,  supuestos defensores de "la gente"  salir a protestar por este indecente desahucio, que ni siquiera goza del mas mínimo amparo legal, y a reclamar el derecho a su vivienda de esta indefensa anciana.

Claro que en este caso se trata de un tal Mohamed, uno de esos que probablemente ha llegado a España saltándose, tambièn la legalidad vigente, al amparo del " Papeles para todos " que los amigos del "cuanto peor mejor", llevan defendiendo con uñas y dientes por tierra mar y aire. Por eso  mucho me temo que eso  que me gustaría, nunca lo veremos.

Y , probablemente, tampoco veremos, y espero equivocarme, una rápida intervenciòn de la Justicia que acabe con semejante vergüenza nacional .