En el número 90 de la calle Daroca , junto al pórtico de entrada del madrileño cementerio de la Almudena se levanta un edificio de cuatro plantas, que ha sido catalogado como monumento histórico artístico y que sirvió, hasta hace unos años, para albergar la residencia del sacerdote y de su encargado, así como archivos y oficinas .
Entre 1989 y 1990, dicho edificio fue reformado para rehabilitar los pórticos, quitar todas las pilastras y consolidar el inmueble exterior e interiormente, dejándolo diáfano, con el objetivo de convertirlo en un archivo histórico y en un museo de carruajes fúnebres; habiéndose llegado, incluso, a firmar un convenio con Bellas Artes para instalar allí los vehículos funerarios, tanto de carruajes como a motor, que se han usado en la antigüedad y que poseen un valor gran valor histórico .
Dicho edificio pertenece actualmente a la empresa mixta de Servicios funerarios participada en un 51% por el Ayuntamiento de Madrid y en un 49 por Funespaña , quien también se encarga de la gestión del cementerio.
En los primeros días del mes de octubre de 2008 un grupo de, entre 20 y 40 jóvenes, “profesionales” de la okupación, ocupaban el citado edificio. Dicha okupación se producía, casualmente, inmediatamente después de haberse producido un desalojo de otro inmueble en el barrio de Embajadores y del intento policial fallido de desalojar otro edificio ocupado, en la calle Atocha; por lo que es mas que probable que siguiendo el conocido lema okupa de “un desalojo una okupación” , los autores perteneciesen al mismo grupo anteriormente desalojado .
Poco después los okupas emitían un comunicado anunciando la okupación , empleando la consabida parafernalia fraseológica, poético-reivindicativa, plagada de tópicos y lugares comunes okupas, en el cual se exponían las razones de la okupación y el conglomerado de objetivos que se proponían con la misma, tales como “frenar el racismo y la xenofobia”; crear un “espacio combativo “contra , la especulación” ; “contra “la mercantilización del ocio” y “contra el mercado capitalista” ( ...) . Nada que ver con la archiconocida coartada okupa del manoseado "Derecho a una vivienda digna" .
Un mes mas tarde, tras la correspondiente denuncia los propietarios, instando al desalojo,de las visitas de "cortesía" de la Policía, y de los oportunos trabajos de acondicionamiento para la realización de las actividades previstas por los okupas, el denominado colectivo “dragón” , anunciaba la presentación pública del edificio ocupado, con una “grand bouffé”, la proyección de una “peli” okupa, por supuesto, y la típica actuación de grupos musicales, para amenizar el ambiente sepulcral.
Entretanto la propaganda oficial okupa, insistiendo en su rutinaria cantinela de que cuentan con el apoyo de los vecinos, mientras el resto de la sociedad durmiente, con su abstencionista indiferencia, ni sabe, ni contesta. Y oiga, cosa curiosa, los muertos, que se sepa, ni se han quejado. ¿ Apoyarán también a los okupas, que aseguran en su mesiánico comunicado que su okupación tiene por fin “dar vida a espacios muertos” .
Sea como sea, lo cierto es que a principios del pasado mes de octubre acaba de cumplirse un año desde la okupación del edificio del cementerio , sin que, una vez más, la perezosa burocracia judicial se hayan pronunciado, ni se haya producido el desalojo de los usurpadores.
Entre 1989 y 1990, dicho edificio fue reformado para rehabilitar los pórticos, quitar todas las pilastras y consolidar el inmueble exterior e interiormente, dejándolo diáfano, con el objetivo de convertirlo en un archivo histórico y en un museo de carruajes fúnebres; habiéndose llegado, incluso, a firmar un convenio con Bellas Artes para instalar allí los vehículos funerarios, tanto de carruajes como a motor, que se han usado en la antigüedad y que poseen un valor gran valor histórico .
Dicho edificio pertenece actualmente a la empresa mixta de Servicios funerarios participada en un 51% por el Ayuntamiento de Madrid y en un 49 por Funespaña , quien también se encarga de la gestión del cementerio.
En los primeros días del mes de octubre de 2008 un grupo de, entre 20 y 40 jóvenes, “profesionales” de la okupación, ocupaban el citado edificio. Dicha okupación se producía, casualmente, inmediatamente después de haberse producido un desalojo de otro inmueble en el barrio de Embajadores y del intento policial fallido de desalojar otro edificio ocupado, en la calle Atocha; por lo que es mas que probable que siguiendo el conocido lema okupa de “un desalojo una okupación” , los autores perteneciesen al mismo grupo anteriormente desalojado .
Poco después los okupas emitían un comunicado anunciando la okupación , empleando la consabida parafernalia fraseológica, poético-reivindicativa, plagada de tópicos y lugares comunes okupas, en el cual se exponían las razones de la okupación y el conglomerado de objetivos que se proponían con la misma, tales como “frenar el racismo y la xenofobia”; crear un “espacio combativo “contra , la especulación” ; “contra “la mercantilización del ocio” y “contra el mercado capitalista” ( ...) . Nada que ver con la archiconocida coartada okupa del manoseado "Derecho a una vivienda digna" .
Un mes mas tarde, tras la correspondiente denuncia los propietarios, instando al desalojo,de las visitas de "cortesía" de la Policía, y de los oportunos trabajos de acondicionamiento para la realización de las actividades previstas por los okupas, el denominado colectivo “dragón” , anunciaba la presentación pública del edificio ocupado, con una “grand bouffé”, la proyección de una “peli” okupa, por supuesto, y la típica actuación de grupos musicales, para amenizar el ambiente sepulcral.
Entretanto la propaganda oficial okupa, insistiendo en su rutinaria cantinela de que cuentan con el apoyo de los vecinos, mientras el resto de la sociedad durmiente, con su abstencionista indiferencia, ni sabe, ni contesta. Y oiga, cosa curiosa, los muertos, que se sepa, ni se han quejado. ¿ Apoyarán también a los okupas, que aseguran en su mesiánico comunicado que su okupación tiene por fin “dar vida a espacios muertos” .
Sea como sea, lo cierto es que a principios del pasado mes de octubre acaba de cumplirse un año desde la okupación del edificio del cementerio , sin que, una vez más, la perezosa burocracia judicial se hayan pronunciado, ni se haya producido el desalojo de los usurpadores.
Y mientras tanto aquí se puede verse en que consiste la "la nueva vida del espacio muerto".
Todo lo cual viene a poner de manifiesto, una vez más, la ineficacia de nuestra Justicia y de los “gestores” de nuestro Estado de Derecho, para dar una respuesta adecuada a la creciente moda okupa y a sus ataques gratuitos al Derecho constitucional de propiedad .
Si los muertos levantaran la cabeza ....
Todo lo cual viene a poner de manifiesto, una vez más, la ineficacia de nuestra Justicia y de los “gestores” de nuestro Estado de Derecho, para dar una respuesta adecuada a la creciente moda okupa y a sus ataques gratuitos al Derecho constitucional de propiedad .
Si los muertos levantaran la cabeza ....
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