Por fin, Holanda, cuna y protectora del movimiento okupa, hasta ayer mismo, se ha percatado de su error al haber fomentado y estimulado en el pasado, en lugar de reprimido, las ocupaciones ilegales de inmuebles. Así tras casi tres décadas de tolerancia , en que no se penalizaba la libre okupación de inmuebles, que hubieran permanecido deshabitados durante mas de un año, han emprendido el camino de la tolerancia cero, estableciendo penas de prisión de hasta un año para los casos de usurpación no violenta ; hasta dos, en los casos de que la okupación se produzca con violencia o intimidación y hasta dos años y ocho meses para aquellos casos en que la okupación tenga lugar actuando en grupo.
Este brusco movimiento pendular ha sido motivado por el crescendo de okupaciones que han florecido al calor de tanta permisividad, y a la con siguiente degradación de la vida ciudadana generada alrededor de dicho movimiento, con incremento de la violencia, marginación y tráfico de drogas; de tal manera, que ha comenzado a hacerse insoportable para una gran mayoría, que antes simpatizaba con los fundamentos justificativos de los jóvenes okupas, despues deexperimentar lo que aquellos encubrían, a través de la visualización de los efectos sociales de semejante despropósito .
El fenómeno, sin embargo, no es nuevo, sino que se viene repitiendo con un mismo patrón en muy diversos ámbitos de la sociedad aunque con distinto grado de incidencia en esta; pero en cualquier caso su evolución , suele empezar con el apoyo e impulso de grupos políticos interesados en la subversión o desestabilización del sistema político o del Gobierno de turno; seguido de la ingenua comprensión y sincera simpatía, por parte de aquellos a quienes el fenómeno no afecta directamente y no se sienten en peligro; terminando cuando alcanza tales proporciones y virulencia que comienza a hacerse intolerable para el conjunto de la sociedad, llegando incluso a afectar a aquellos que en su día lo justificaban o toleraban . Es en ese momento, en que los simpatizantes o tolerantes se caen de la nube desde la que han contemplado angelicalmente el fenómeno, cuando los grupos políticos que en principio lo apoyaron, fomentaron o mantuvieron con su pasividad, se ponen al frente de la manifestación, con su nueva cara de cemento armado, abanderando la lucha contra el mismo como si nunca hubieran roto un plato .
Un somero repaso por la historia reciente de esos movimientos antisociales, puede servir para ilustrar la cuestión .
Delincuencia en General
Baste recordar la cantinela difundida desde grupos autodenominados "de izquierda", opuestos al entonces vigente régimen franquista" de justificación del delincuente como víctima de la sociedad, con olvido de las verdaderas víctimas del delito.
Era la época de el Lute, condenado a mas de mil años, por numerosos delitos, algunos con resultado mortal, y convertido posteriormemente en icono sociológico del antifranquismo militante, y paradigma de la función resocializadora de las penas; hoy felizmente reinsertado gracias a los apoyos de determinados políticos que facilitaron su promoción mediática y económico laboral y le permitieron vivir de la publicación de varios libros autobiográficos; de los derechos películas sobre los mismos y sobre el famoso disco de Bony M, así como de “bolos” y conferencias varias, y que no contento con ello, ni con no haber indemnizado a ninguna de las víctimas de los delitos por los que fué condenado, pretende ahora, no contento con el indulto que le fué otorgado, seguir viviendo del cuento a cuenta de la Ley de la Memoria Histórica, reclamando una indemnización por los “malos ratos pasados en prisión” .
Luego vendrían otras románticas “víctimas de la sociedad” ( Jaro, Vaquilla, Torete, Jose Antonio Valdelomar etc ) , tras ser objeto de canciones popularizadas por grupos como "Los Chunguitos", o "Los Chichos" y llevadas a la Gran Pantalla , por el llamado “cine quinqui” , cuyos protagonistas, reclutados entre auténticos delincuentes, para dar mayor realismo a la historia de sus vidas llevada al cine, están hoy en su mayor parte criando malvas, como consecuencia de sus alocadas y antisociales vidas.
Hoy con mas de treinta años de Estado Social y Democrático de Derecho a las espaldas, la idea del delincuente como víctima de la sociedad parece bastante menos vigente que en otros tiempos, y aquellos que propugnaban semejante visión simplista de la delincuencia, han plegado velas y abanderan, de manera mas o menos decidida, la lucha contra la misma.
Terrorismo
El terrorismno constituye otra forma de delincuencia específica apoyada, originariamente por la izquierda opositora al franquismo, justificada, en otro tiempo, dentro del marco de lucha política contra la dictadura, y minimizada con la calificación de simple delito político, que ha tenido una evolución semejante.
Terminado el franquismo los partidos que entonces habían coqueteado con el terrorismo, terminaron por combatirlo, incluso con sus mismas armas ( GAL ) ; y tras acabar siendo víctimas directas del mismo, constituyen, hoy, los primeros abanderados contra el único grupo terrorista que, por sus connotaciones separatistas y por el apoyo político que recibe de la mayoría de los partidos nacionalistas vascos, aún persiste en nuestro País . Esperemos que por poco tiempo.
Drogas
Otro fenómeno altamente emparentado con la delincuencia en general , y que fué en su día alentado y jaleado por la izquierda. Baste para ello recordar los estériles debates de los años 80 propiciados por tales grupos políticos sobre la distinción entre drogas duras y blandas y sobre la legalización de unas y otras, y con la exhortacion que un fallecido Alcalde de Madrid, patrocinador de la famosa "movida madrileña" hacía a la juventud, al grito de “ A colocarse y al loro” .
Tras la aparición del SIDA, vinculado al consumo de heroína inyectable, entre otras fuentes habituales de contagio, cambió la tendencia y hoy con las drogas a las puertas de los colegios, aquellos mismos que resultaban comprensivos y tolerantes con tales consumos, como una manifestación de la libertad individual abanderan las prohibiciones, no solo de la lucha contra el tráfico de drogas prohibidas y su consumo público, sino incluso del consumo público de las drogas social y tradicionalmente toleradas, como el alcohol y el tabaco.
Inmigración ilegal
Mas de lo mismo. Tras las campañas de los grupos de izquierdas y ONGs afines en favor de la “barra libre para todos”, justificada con los conocidos sloganes del “Papeles para todos “ , “ningún ser humano es ilegal” y otros semejantes; con las engañosas apelaciones a una solidaridad mal entendida, y a nuestra mala conciencia , recordándonos nuestro pasado inmigrante y el hecho de que los ilegales venían a realizar los trabajos que los españoles rechazaban, hoy aquellos mismos que clamaban por las regularizaciones masivas, han cerrado las puertas a las mismas; intentan por todos los medios frenar las entradas ilegales, y expulsan, sin compasión a todo ilegal que consiguen identificar; sin que se sepa donde se han metido aquellas ruidosas y ubicuas ONGs que en otros tiempos se manifestaban y manipulaban a los inmigrantes ilegales se sepa donde andan metidas .
Okupas
Al igual que la delincuencia en general, y el terrorismo en particular, el consumo de drogas o la inmigración ilegal, el movimiento okupa tambien ha sido, "comprendido", tolerado, cuando no alentado desde gobiernos y grupos que se definen como de izquierda. baste como muestra de semejante afirmaciòn, las declaraciones de la ex-ministra de vivienda Trujillo de la Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Barcelona Inma Mayol, o del concejal de Seguridad , Ferrer Julian a propósito de los disturbios okupas ocurridos en Barcelona a finales del año 2006.
El fenómeno okupa, tiene tres notas en común con los anteriores fenómenos de drogas, terrorismo, inmigración ilegal :
· Han sido promovidos o justificados, en sus orígenes, por ideologías y grupos situados a la izquierda del espectro político.
· Han sido promovidos o justificados, en sus orígenes, por ideologías y grupos situados a la izquierda del espectro político.
· Suponen, en mayor o menor grado, una violación de las normas establecidas .
· Ocasionan enormes perjuicios económicos, sociales y a la normal convivencia ciudadana.
Existe una cuarta nota, que en el caso de los okupas aún no se da en España y que en Holanda, acaba de cumplirse con la reciente aprobación de la Ley, pendiente de trámite en el Senado, que incrementa de las penas para los delitos de usurpación .
No estaría de mas que nuestros políticos a la vista de la experiencia holandesa, se pusieran al día con la legislaciòn y no dejen para mañana lo que pueden y deben hacer hoy, corrigiendo las deficiencias legales y las disfunciones judiciales que ya han sido apuntadas en otras entradas de este mismo blog
¿ Cuantos inmuebles okupados necesitan sobre la mesa para ponerse manos a la obra ?
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